Los peatones más prudentes del barrio.

La Policía Local de Granada impartirá este año talleres de
educación vial a 2.500 niños de Infantil y Primaria.

Más de un 'agente infantil' quiso permanecer subido a la moto toda la mañana/ Alfredo Aguilar

Este martes, estar dentro del colegio Luz Casanova era como hacerlo en el mundo al revés. Uno donde los niños saben mejor que nadie cómo caminar, comportarse dentro de un coche y obedecer a las señales. Mejor incluso que sus padres: «Pues mi padre no se coloca así el cinturón», exclamaba alguno; «¡los míos no esperan al semáforo!», confesaba otra vocecilla al fondo.

Durante la mañana, los únicos trece alumnos de 2º de Primaria del centro concertado de la Zona Norte de la capital sustituyeron a sus profesores habituales por otros más inusuales: cuatro agentes de la Policía Local de Granada. Los policías dedicaron varias horas a impartir sesiones de educación vial a los niños, de entre 7 y 8 años. Sorprendidos, admitieron que tuvieron que enseñarles menos cosas de las que esperaban, porque «ya se lo saben todo».
Los rostros de los más pequeños eran un viaje por la curiosidad, el asombro y la emoción a medida que la sesión avanzaba. A través de juegos, vídeos de dibujos animados y materiales construidos a propósito y para la ocasión por los agentes -como una silla para el coche o un paso de cebra-, transmitieron a los pequeños la importancia de mantener un comportamiento tanto cuando se desplazan por la ciudad como cuando viajan en vehículos como el familiar o el autobús escolar. El objetivo es que aprendan a ser prudentes y conozcan el significado de las principales señales de tráfico. Sin embargo, la parte más emocionante de la jornada llegó cuando los pequeños salieron al patio y pudieron subirse tanto a la moto como al coche de los policías. Pocos pudieron contenerse y muchos fueron los que brincaron de su silla cuando se lo dijeron. Manuel, incapaz de escoger lo que le hacía más ilusión, explicó convencido que de mayor le gustaría tener un 'coche-moto'.

El patio se llenó de sirenas, gritos y órdenes de los 'policías infantiles'. Los trece niños se convirtieron en la envidia del resto de compañeros, quienes se asomaban curiosos tras los barrotes que separan otro de los patios del centro al escuchar la algarabía.
Desde el curso 2011-12

Esta iniciativa, puesta en marcha por la propia Sección de Tráfico de la Policía Local, lleva realizándose desde el curso 2011-12. «Estamos muy satisfechos -confesaron los agentes- es muy gratificante porque salimos de la rutina habitual y estamos junto a los niños, que son tan curiosos que nos preguntan de todo». Este curso han previsto acudir a 60 colegios diferentes y transmitir la importancia de la seguridad vial a unos 2.500 alumnos de educación infantil y primaria, es decir, de entre 3 y 7 años.

Los más pequeños y las personas mayores son los colectivos que tienen mayor riesgo de sufrir accidentes, «por eso es importante hacer estas tareas de concienciación en edades tempranas». De hecho, en Andalucía suponen la cuarta causa de muerte entre chicos y chicas menores de 15 años, según las estadísticas del INE. Tanto los profesores como los propios policías coincidieron en que «ellos saben muy bien lo que tienen que hacer, son los padres quienes tienen más problemas y en muchos casos sabemos que son los hijos quienes les avisan cuando hacen algo mal». Toda una lección de sensatez para los adultos. Fuente: http://www.ideal.es/